Aros de acero blanco tipo argolla texturizada con strass.
Estos aros tipo argolla, de acero blanco texturizado, son el accesorio perfecto para elevar cualquier outfit.
Con su acabado texturizado y los destellos de strass, le dan un toque único y sofisticado a tu estilo. Su diseño clásico las hace perfectas para cualquier ocasión, ya sea de día o de noche.
Ten en cuenta que estos aros no son hipoalergénicos, por lo que no se recomiendan para personas con piel sensible.
Para mantener tus aros de acero blanco en buen estado y prolongar su brillo, es importante seguir estos cuidados:
Limpieza y Mantenimiento:
Limpieza regular: Límpialos con frecuencia para mantener su brillo. La suciedad y la grasa de la piel pueden opacarlos.
Agua tibia y jabón neutro: Una de las formas más sencillas es sumergir los aros en un recipiente con agua tibia y unas gotas de jabón neutro durante unos 10 minutos. Luego, frótalos suavemente con un cepillo de cerdas suaves (como un cepillo de dientes) o un paño delicado para eliminar la suciedad. Enjuágalos con agua limpia y sécalos completamente con un paño suave.
Paño seco: Para la limpieza diaria, simplemente pasa un paño suave y seco. Frota en una sola dirección para evitar rayarlos.
Evitar daños:
Productos químicos: Evita el contacto con productos químicos agresivos como perfumes, cremas, lociones, productos de limpieza, cloro y alcohol. Estos pueden dañar el baño de plata que suele tener el acero blanco.
Humedad: Sácate los aros antes de ducharte, nadar o hacer ejercicio, ya que la humedad y la transpiración pueden afectar su brillo. Si se mojan, asegúrate de secarlos inmediatamente.
Golpes y rozaduras: Manipula los aros con cuidado. Evita que se rayen con otras joyas o superficies abrasivas.
PH de la piel: El PH de cada persona es diferente y puede influir en el color y brillo del metal. Si notas que se oscurecen, la limpieza regular es fundamental.
Almacenamiento:
Guardado individual: Almacena los aros en un lugar fresco y seco, de preferencia en bolsitas individuales o un joyero. Esto evita que se rayen y se deterioren por el contacto con otros objetos.
Lejos del sol: Evita la exposición prolongada a la luz solar directa.